Me costaba respirar, las piernas me habian fallado y caí al suelo, la calle estaba vacia y las luces de las farolas daban algo de luz a la noche, la lluvia era fuerte, y pequeños riachuelos se formaban en los laterales de la carretera. Estaba empapado, pero daba igual, sentia dolor, un dolor fuerte, sentia que me desgarraban por dentro poco a poco. Y grité, grite con fuerza, grite de dolor. La ansiedad recorria mi cuerpo, necesitaba abrazarla, necesitaba saber de ella, y volví a gritar, esta vez mas fuerte, y la calle repitió mi grito. Y permanecí inmóvil durante un buen tiempo, mudo, impotente y sin saber que hacer. Y cuando recuperé el aliento y las piernas me volvieron a funcionar, me levanté y seguí, sabiendo que dentro de un tiempo sucederia algo parecido. Siempre era así, era una especie de ciclo, algo parecido a un globo, un globo que explotaba cuando no cabía mas aire dentro de él, una burbuja, mi burbuja.
Charlie soñaba con ser una hélice.